La Estación Central de Trenes de Milán es uno de los lugares icónicos de la ciudad. Ubicada en la Piazza Duca d'Aosta, es uno de los puntos de conexión más importantes de Italia.
Construida en 1931, la estación es una muestra de la arquitectura fascista, con su fachada de mármol y su impresionante entrada. El interior también es impresionante, con techos altos y amplios espacios para los pasajeros.
Además de ser un punto de partida para viajes dentro de Italia, la Estación Central de Trenes de Milán también es un destino en sí misma. Hay una gran cantidad de tiendas, restaurantes y cafeterías donde los visitantes pueden disfrutar de una comida o comprar souvenirs.
Uno de los aspectos más destacados de la estación es su galería de arte, que alberga una variedad de exposiciones temporales y permanentes. Los pasajeros pueden disfrutar de un poco de cultura mientras esperan su tren.
La estación también es conocida por su excelente conexión con el transporte público. Además de los trenes, hay una estación de metro justo al lado, lo que facilita el acceso a otras partes de la ciudad.
En resumen, la Estación Central de Trenes de Milán es mucho más que un simple punto de partida o llegada. Es un lugar lleno de historia, arte y cultura que vale la pena visitar durante tu estancia en Milán.