Después de un largo viaje por carretera, finalmente llegamos a Bruselas, la capital de Bélgica. En el trayecto, disfrutamos del paisaje y tuvimos la oportunidad de ver muchas partes hermosas del país. Al llegar a la ciudad, nos alojamos en un hotel cercano al centro de la ciudad. Después de descansar un rato, decidimos salir a caminar y descubrir la ciudad. El día estaba soleado, así que la temperatura no estaba tan fría como esperábamos.
Nos dirigimos hacia el centro de la ciudad donde vimos una gran cantidad de edificios históricos. También visitamos varios mercados locales y comimos algunos de los platos típicos de la zona. El ambiente era muy animado y disfrutamos de nuestro primer día en Bruselas. Después de pasar la tarde explorando la ciudad, regresamos a nuestro hotel para descansar y prepararnos para el siguiente día.