La capital de Portugal, Lisboa, es una ciudad encantadora y llena de historia. Si tienes la suerte de visitarla por un día, no te preocupes: ¡hay mucho que ver y disfrutar! Aquí te presentamos una ruta básica, pero completa.
Para empezar, ¿qué tal un paseo por el antiguo barrio de Alfama, con sus calles empedradas y sus casas de colores? Es conocido por sus miradores, como el de Santa Luzia o el de Portas do Sol, desde los que se ve una vista impresionante del río Tajo.
Luego, podemos visitar la catedral de Sé de Lisboa, que data del siglo XII y es considerada uno de los principales monumentos de la ciudad. También podemos ver el Castillo de San Jorge, una fortificación que data del siglo XI y que hoy en día es un importante centro turístico de la ciudad.
Para el almuerzo, podemos probar algunos platillos típicos de la gastronomía local en el barrio de Baixa, como el bacalao o la sopa de mariscos, en uno de sus muchos restaurantes tradicionales.
Después del almuerzo, podemos visitar la Torre de Belém, un imponente monumento que data del siglo XVI y que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983, o el Monasterio de los Jerónimos, otro monumento del siglo XVI que alberga el sepulcro del navegante Vasco de Gama.
Por último, podemos disfrutar de un paseo por el Parque de las Naciones, una zona moderna y con una amplia oferta de ocio y cultura, que fue construida para albergar la Exposición Universal de 1998. Aquí podemos visitar el Oceanário de Lisboa, que es considerado uno de los acuarios más grandes y diversificados de Europa.
Como puedes ver, visitar Lisboa en un solo día es posible y muy gratificante. Solo tienes que elegir las atracciones que más te interesen y aprovechar al máximo tu tiempo.
Lisboa es una ciudad llena de encanto y sitios turísticos que merecen ser visitados. Desde lugares históricos hasta atracciones modernas, hay algo para todos los gustos. Para que puedas planificar tu viaje, aquí te presentamos algunas de las mejores cosas que no debes perderte en Lisboa.
El Barrio de Alfama. Este es uno de los barrios más antiguos de Lisboa y es famoso por sus estrechas calles empedradas y sus casas blancas. En este barrio también encontrarás la Catedral de Lisboa, que es una de las iglesias más antiguas de la ciudad y un monumento importante del patrimonio cultural y religioso de Portugal.
El Puente 25 de Abril. Esta es una de las estructuras más emblemáticas de Lisboa y es una ruta de tráfico esencial que conecta la ciudad con la otra orilla del río Tajo. Si tienes la oportunidad de caminar por este puente, tendrás unas vistas espectaculares de la ciudad.
El Museo Nacional del Azulejo. Este es uno de los museos más interesantes de Lisboa. Aquí podrás descubrir la historia y la evolución de los azulejos portugueses, y verás algunas de las obras maestras más destacadas de este arte.
El Monasterio de los Jerónimos. Este monasterio del siglo XVI es uno de los edificios más impresionantes de Lisboa. Es patrimonio de la UNESCO y es famoso por su arquitectura gótica y manuelina, sus grandes ventanales y su impresionante iglesia.
El Elevador de Santa Justa. Este ascensor es uno de los atractivos turísticos más populares de Lisboa y es una obra maestra del ingeniero portugués Raúl Mesnier du Ponsard. Este elevador te llevará a lo alto de una colina, donde podrás disfrutar de unas vistas panorámicas impresionantes.
El Castillo de San Jorge. Este es otro de los monumentos más antiguos e importantes de Lisboa. El castillo ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad, y su historia es fascinante. Además, el castillo cuenta con diversas exposiciones y actividades para toda la familia.
Así que ya lo sabes, si visitas Lisboa no te pierdas estos increíbles sitios turísticos que te cautivarán con su encanto, su cultura y su historia.
Si estás planeando una escapada a la capital portuguesa pero dispones de poco tiempo para visitarla, no te preocupes, hay algunos lugares clave que no puedes perderte.
En primer lugar, un imprescindible es el barrio de Belém, donde se encuentra el majestuoso Monasterio de los Jerónimos, una joya del arte manuelino portugués. También podrás visitar la Torre de Belém, un símbolo de la época de los descubrimientos, y probar los famosos Pasteis de Belém, unas deliciosas tartas de hojaldre con crema pastelera.
Otro lugar que merece una visita es el Barrio de Alfama, el barrio más antiguo y auténtico de Lisboa. Pasear por sus calles estrechas y sinuosas es una experiencia única. Desde aquí puedes subir al Castillo de San Jorge, desde donde tendrás unas vistas espectaculares de la ciudad.
La Praça do Comércio, también conocida como la plaza del Comercio, es un lugar emblemático de Lisboa. Se encuentra junto al río Tajo y está rodeada de edificios históricos que fueron reconstruidos después del terremoto de 1755. En el centro de la plaza se encuentra la estatua del rey José I.
Para terminar, no puedes dejar de subir al mirador de Santa Lucía, desde donde tendrás una vista panorámica de la ciudad y del Río Tajo. Además, aquí se encuentra el Castillo y la Catedral de Lisboa, dos impresionantes construcciones que merece la pena visitar.
Si dispones de una tarde para explorar la ciudad de Lisboa, hay algunos lugares que no puedes perderte. Comienza por visitar el barrio de Belém, donde se encuentran algunos de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Allí encontrarás la famosa Torre de Belém, el Monumento a los Descubrimientos y el Monasterio de los Jerónimos, todos ellos muy impresionantes y llenos de historia.
Después de admirar la belleza de estos monumentos, dirígete al Barrio Alto, el cual se encuentra en una colina y ofrece vistas espectaculares de la ciudad. Recorre sus calles empedradas y descubre su ambiente bohemio y animado, lleno de bares de tapas y pequeñas tiendas de artesanía.
En el centro de la ciudad se encuentra la Baixa Pombalina, una amplia plaza rodeada de edificios históricos que datan del siglo XVIII. Es una de las zonas más turísticas de la ciudad, donde podrás encontrar tiendas de souvenirs y restaurantes que sirven platos típicos de la gastronomía portuguesa.
Finalmente, para terminar tu tarde en Lisboa en grande, tómate un momento para visitar el Castillo de San Jorge, el cual ofrece una vista panorámica impresionante de la ciudad. Este castillo medieval es uno de los lugares más visitados de Lisboa, y te permitirá descubrir parte de la historia de Portugal mientras disfrutas de una de las vistas más impresionantes de la ciudad.
Si solo tienes 10 horas para visitar Lisboa, ¡olvídate de las largas siestas y ponte a explorar la ciudad desde el primer minuto! Comenzando por el centro histórico, debes caminar por las calles de la Baixa, donde podrás admirar la belleza arquitectónica de la ciudad y pasear por la hermosa y famosa Plaza del Comercio.
Un paseo por el barrio de Chiado es imprescindible si se quiere conocer uno de los centros culturales y comerciales más importantes de Lisboa. En la cima de la colina de Chiado encontrarás el Bairro Alto, el lugar perfecto para disfrutar de la animada vida nocturna lisboeta.
Después de recorrer esta zona, te recomendamos que apuntes en tu agenda la visita a la Torre de Belém y al Monasterio de los Jerónimos, dos de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Aquí podrás apreciar el impresionante diseño de las fachadas, los monumentos históricos y las sorprendentes vistas sobre el río Tajo.
Después de terminar tu paseo turístico, te sugerimos probar algunos de los platos más típicos de la gastronomía portuguesa, como el bacalao o la francesinha, famosa en la ciudad vecina Oporto. Estos platos podrás encontrarlos en cualquier restaurante o taberna de la ciudad, ¡se sirven en porciones gigantes y están deliciosos!
Ahora que sabes las principales atracciones de Lisboa que puedes visitar en 10 horas, ¡prepárate para caminar y disfrutar de esta maravillosa ciudad! ¡Aprovecha al máximo tu tiempo!