Santillana del Mar, situada en la Comunidad Autónoma de Cantabria, es conocida por ser una de las localidades más bellos de España. Este pequeño pueblo medieval cuenta con una gran cantidad de elementos históricos y artísticos que hacen que cada rincón sea digno de ser fotografiado.
La Colegiata de Santa Juliana es uno de los monumentos más importantes de Santillana del Mar. Construida en el siglo XII, esta hermosa iglesia es un ejemplo de la arquitectura románica de la región.
Al entrar en la Colegiata, la primera sensación que se experimenta es de sobrecogimiento. El gran tamaño de la nave principal, con sus bóvedas de cañón y arcos, hace que el visitante se sienta pequeño en comparación. Además, la luz que entra por los grandes vitrales y el olor a incienso le dan un ambiente especial a la iglesia.
El retablo mayor, de estilo renacentista, es otro de los puntos fuertes de la Colegiata. Realizado por el escultor Gil de Siloé, cuenta con más de 20 figuras y está considerado como una de las obras maestras del Renacimiento español.
En definitiva, visitar la Colegiata de Santillana del Mar es una experiencia única que no se puede perder ninguna persona que visite la región. Su belleza arquitectónica y artística hace que sea uno de los destinos más recomendados para turistas y viajeros que buscan una experiencia cultural enriquecedora.
La Colegiata de Santillana del Mar es uno de los monumentos más importantes del norte de España. Se encuentra en el municipio de Santillana del Mar, en Cantabria, y es considerada una joya del románico español. ¿Pero qué sabemos de su origen?
La construcción de la Colegiata se remonta al siglo XII, una época de gran esplendor artístico en la que surgieron numerosos monumentos religiosos en toda Europa. En concreto, la construcción de la Colegiata de Santillana del Mar se inició en el año 1125 y se prolongó durante varias décadas hasta su finalización en el siglo XIII.
La Colegiata de Santillana del Mar fue fundada por Gómez González, conde de Nájera y señor de Santillana, siendo destinada a albergar a una comunidad de canónigos. Esta comunidad se encargaba de celebrar el culto divino y de realizar tareas caritativas en la villa, como el cuidado de enfermos y la atención a pobres y peregrinos.
A lo largo de los siglos, la Colegiata de Santillana del Mar ha sufrido diversas reformas y ampliaciones, pero siempre manteniendo su estructura original románica. Actualmente, es uno de los monumentos más visitados de Cantabria, y es Patrimonio de la Humanidad desde el año 1985. En su interior, se pueden admirar numerosas obras de arte, como el sepulcro del fundador Gómez González o el retablo mayor del siglo XVIII.
Santillana del Mar es el nombre de un precioso pueblo situado en la región de Cantabria, al norte de España. Muchos se preguntan cómo surgió este mágico nombre, ya que el pueblo no está cerca del mar. Sin embargo, la respuesta es muy interesante.
La palabra ‘Santillana’ proviene del latín ‘Sancti Juliani de Illana’, lo que significa ‘Iglesia de San Julián de Illana’. Esta iglesia se construyó en el siglo IX en el mismo lugar donde ahora se encuentra la colegiata de Santillana del Mar. Alrededor de esta iglesia comenzó a formarse un pequeño núcleo de población que poco a poco se fue desarrollando en el pueblo que hoy conocemos.
Entonces, ¿de dónde surge la segunda parte del nombre, ‘del Mar’? Muchos creen que hace referencia a su ubicación en la costa del Golfo de Vizcaya. Sin embargo, se dice que en el pasado, la bahía de Santander, que está a unos 20 kilómetros de Santillana, llegaba hasta el pueblo, por lo que los barcos que lo visitaban podían ver la torre de la iglesia de San Julián de Illana a lo lejos, lo que la convertía en una especie de faro para los navegantes. Debido a esto, el lugar empezó a ser conocido como ‘Santillana del Mar’, para diferenciarse de otras poblaciones con el mismo nombre en Cantabria.
Hoy en día, Santillana del Mar es uno de los destinos turísticos más populares de la región, gracias a su impresionante conjunto histórico-artístico, su rica gastronomía y su entorno natural. Si tienes la oportunidad de visitar este pueblo mágico, no dudes en hacerlo, ¡no te arrepentirás!