La pequeña población de Peratallada, situada en el corazón de la provincia de Girona, es uno de los mejores ejemplos de arquitectura rural que se conserva en la actualidad. La belleza de sus paisajes, las empedradas calles, las casas de piedra y los antiguos castillos, hacen de esta localidad un lugar único.
Una de las particularidades de este pueblo es que no hay ningún registro que confirme la fecha exacta de su fundación. Aunque hay algunos testimonios que afirman que fue construido alrededor del siglo VIII. Esta incertidumbre sobre su origen, ha servido para tejer una importante leyenda que envuelve toda la historia de Peratallada.
Según cuenta la leyenda, el origen de esta población se remonta a la época de los vikingos, los cuales llegaron a la costa catalana buscando un lugar para establecerse. Una vez aquí, decidieron construir una fortaleza para proteger la costa de ataques enemigos. Las ruinas de esta fortaleza son las que hoy en día se conocen como el Castillo de Peratallada.
De esta forma, la historia de Peratallada está íntimamente ligada a la de los vikingos, quienes dejaron un legado único que se conserva hasta el día de hoy. Esta pequeña localidad es un tesoro oculto que se encuentra esperando a que los viajeros descubran todos sus encantos.