Nikko es una pequeña ciudad al norte de Tokio, famosa por sus hermosos templos y santuarios en medio de una densa vegetación. Si tienes solo un día para visitar Nikko, vale la pena planificar tu visita con antelación para poder aprovecharlo al máximo.
Lo primero que debes hacer es visitar el Santuario de Toshogu, uno de los lugares más impresionantes de Nikko. Este santuario es famoso por su arquitectura detallada, con una gran cantidad de tallas y pinturas en su estructura. También es el lugar de descanso del fundador del Shogun Tokugawa y está rodeado de hermosos jardines.
Otro lugar que no puedes perderte es el Lago Chuzenji, que se encuentra a unos 20 kilómetros del centro de Nikko. Este hermoso lago está rodeado de montañas y es un lugar perfecto para dar un paseo en bote o caminar alrededor de su orilla. También es el hogar de la Cascada de Kegon, una impresionante cascada con una caída de más de 90 metros.
Finalmente, asegúrate de visitar el Bosque de Cipreses de Nikko, un lugar que se ha convertido en un símbolo de la ciudad. Este bosque es el hogar de cientos de cipreses gigantes, algunos de los cuales tienen más de 700 años de edad. Aquí puedes disfrutar de la tranquilidad del bosque y pasear por sus senderos.
En resumen, si tienes solo un día para visitar Nikko, asegúrate de visitar el Santuario de Toshogu, el Lago Chuzenji con la Cascada de Kegon y el Bosque de Cipreses de Nikko. Estos lugares te ofrecerán una idea completa de esta hermosa ciudad japonesa y su rica historia.